La web es un proyecto sin terminar. En este artículo, analizaremos lo que es, potencialmente, la próxima gran iteración de Internet; una en la que los usuarios recuperan el control de las corporaciones centralizadas que actualmente dominan la web.
La principal razón por la que tanta gente se esfuerza por rediseñar la Internet actual es porque la mayoría de las plataformas de Internet más utilizadas hoy en día están controladas por sólo un puñado de poderosas empresas, que se benefician de los datos que generan los usuarios.
La Web 3 es esencialmente una nueva forma de que los individuos utilicen Internet sin renunciar a su privacidad y a sus valiosos datos.
Web 1.0
Para entender qué es la Web 3, primero hay que comprender las versiones anteriores de Internet.
La primera fase de Internet y puede caracterizarse por la forma en que los usuarios interactuaban inicialmente con la web. La mayoría de los usuarios, durante la primera iteración de la web, eran consumidores pasivos de contenidos. En otras palabras, la Web 1.0 consistía en leer y no en escribir. Era estática en lugar de dinámica. Esto cambió con la Web 2.0.
Web 2.0
La siguiente fase importante de Internet se centró en la interactividad y los usuarios.
En esta fase, los usuarios creaban la mayor parte de los contenidos en plataformas como YouTube, Facebook o Twitter. Este Internet era más social y colaborativo, pero eso solía tener un precio. El inconveniente de este Internet más participativo era que al crear contenidos, los usuarios también proporcionaban información y datos personales a las empresas que controlaban estas plataformas.
¿Qué es la Web 3?
La Web 3 es el siguiente paso de Internet. Actualmente se está construyendo, por lo que aún no existe una definición única y establecida de lo que es o será la Web 3.
En general, sin embargo, la Web 3 se refiere a una Internet que es posible gracias a las redes descentralizadas, como Bitcoin y Ethereum. La innovación clave de estas redes es la creación de plataformas que ninguna entidad controla, pero en las que todos pueden confiar. Esto se debe a que todos los usuarios y operadores de estas redes deben seguir el mismo conjunto de reglas codificadas, conocidas como protocolos de consenso.
La innovación secundaria es que estas redes permiten transferir valor o dinero entre cuentas. Estas dos cosas—descentralización y dinero en Internet—son las claves para entender la Web 3.
¿Quién inventó la Web 3?
Al igual que las versiones anteriores de la web, no hubo un único creador de la Web 3. En cambio, ha crecido como una colaboración de diferentes individuos y organizaciones que construyen unos sobre otros. En general, se reconoce que quienes participan en las plataformas de contratos inteligentes de blockchain, como Ethereum, EOS y TRON, lideran el camino hacia la Web 3.
Did you know?
Una de las bibliotecas de programación más populares utilizadas para escribir código Ethereum se llama web3.js. También existe una Fundación Web3, dirigida por los fundadores de la red Polkadot.
¿Qué tiene de especial?
La principal ventaja de la Web 3 es que trata de resolver el mayor problema que ha supuesto la Web 2: La recolección de datos personales por parte de las redes privadas que luego se venden a los anunciantes o incluso pueden ser robados por los hackers.
Con la Web 3, la red está descentralizada, por lo que ninguna entidad la controla, y las aplicaciones descentralizadas (dapps) que se construyen sobre la red son abiertas. La apertura de la web descentralizada significa que ninguna parte puede controlar los datos o limitar el acceso. Cualquiera puede construir y conectarse con diferentes dapps sin el permiso de una empresa central.
¿Qué más es diferente?
En la Web 3, el dinero es nativo. En lugar de tener que depender de las redes financieras tradicionales que están atadas a los gobiernos y restringidas por las fronteras, el dinero en la Web 3 es instantáneo, global y sin permisos. También significa que los tokens y las criptomonedas pueden utilizarse para diseñar modelos de negocio y economías completamente nuevos, un campo que se conoce cada vez más como tokenómica.
Por ejemplo, la publicidad en la web descentralizada no necesitaría depender de la venta de datos de los usuarios a los anunciantes, sino que podría recompensar a los usuarios con un Token por ver anuncios. Este tipo de aplicación de la Web 3 se está desarrollando con el navegador Brave y su Basic Attention Token (BAT).
¿Cómo se usa la Web 3?
Hay muchas dapps de la Web 3 que están disponibles actualmente. Uno de los productos más populares y prometedores son las herramientas financieras descentralizadas (o DeFi), a través de las cuales los usuarios pueden prestar y pedir prestado, tokenizar activos del mundo real, hacer predicciones, invertir y comerciar con las criptomonedas. Los juegos, las apuestas y las predicciones también son formas populares de utilizar la Web 3.0.
El futuro
El futuro de la web pasa por aumentar el uso, la usabilidad y la escalabilidad. Para que la visión de la Web 3 se haga realidad, mucha más gente va a tener que empezar a usar dapps de la Web 3. Esto no sólo significa más dapps, sino también dapps que sean más fáciles de usar y más atractivas para los usuarios no técnicos.
Por último, dado que Ethereum, la mayor y más popular plataforma de contratos inteligentes, se encuentra regularmente a plena capacidad, las redes de la Web 3 tendrán que escalar y ser capaces de gestionar rápidamente millones de transacciones si quieren competir con sus homólogas de la Web 2.